Objetivo claro

Antes que todo, necesitas tener muy claro qué departamento es el que quieres. Las características, la ubicación, la inmobiliaria, la distribución y demás detalles que te permitan tener noción de cuánto tendrás que ahorrar. Aquí es importante recordar que no es necesario ahorrar el 100%, con el 10% del monto total será más que suficiente (considerando que el porcentaje dependerá de tu calificación bancaria).

Algo que también debes considerar es tu tope financiero, teniendo en cuenta hasta cuánto podrías invertir en tu propiedad, los años de endeudamiento y un colchón para eventualidades que te permitan cumplir con las cuotas.

Ajuste de presupuesto

En primer lugar, si no estás acostumbrado a tener un presupuesto mensual en donde sean visibles todos tus gastos, deberías empezar con eso ya mismo. Por otro lado, en caso manejes tu presupuesto cada mes, lo que debes hacer ahora es evaluar cuáles de tus gastos son realmente indispensables y a partir de eso disponer el posible monto de cuota a pagar mensualmente.

He aquí el truco para eliminar todos esos “gastos hormiga” que no están siendo nada beneficiosos. El autocontrol es la clave, ya que prescindir de ciertos gustos como son los viajes o el shopping; para tener ese gusto permanente que será tu departamento. Quizá sea difícil al principio, pero siempre ten en mente que las cosas que realmente valen la pena, no son sencillas.

Diles no a las deudas

Si tu plan es recurrir a un crédito hipotecario en un futuro cercano, lo peor que puedes hacer ahora es endeudarte ya que será un factor a evaluar antes que te lo otorguen. Sé inteligente y empieza a saldar tus deudas desde ya para que, cuando llegue el momento, tu historial crediticio esté en perfecto estado. Recuerda que las deudas son el principal enemigo del ahorro.