Marketing digital y las redes sociales:

Estas herramientas se han convertido en elementos fundamentales para la venta y promoción de propiedades. A través de la publicidad en redes sociales, los vendedores pueden presentar los inmuebles de manera atractiva a grupos segmentados, asegurando así que lleguen a personas interesadas en adquirir estas propiedades.

Big data:

La tecnología también es considerada un aliado para los agentes inmobiliarios, ya que a través de la Big Data pueden conocer a detalle quiénes son los compradores y en qué tipo de propiedad se encuentran interesados. Otro punto a tomar en cuenta es que ahora los usuarios pueden acceder a la información y precio de los inmuebles por medio de internet.

Energía sostenible:

La sostenibilidad y la tecnología van de la mano en el sector inmobiliario, con la construcción de viviendas que incorporan avanzadas soluciones tecnológicas para aprovechar la energía renovable. Esto se refleja principalmente en sistemas de calefacción, iluminación y seguridad, donde la tecnología juega un papel clave en la eficiencia energética y la reducción del impacto ambiental.

Chatbots:

Los también llamados asistentes virtuales ofrecen una mejor experiencia de compra al usuario, al brindarle toda la información que necesita y resolver cualquier duda que pueda surgir. Además, también permite la programación de citas, algo que significa un ahorro de tiempo significativo para los vendedores.

Búsqueda en línea y realidad virtual:

Hace algunos años la búsqueda de propiedades era una tarea que demandaba muchas horas, ya que las personas interesadas tenían que visitar el inmueble presencialmente para estar seguros de lo que iban a comprar. En la actualidad, el internet y la realidad virtual, han simplificado esta labor, ayudando a los usuarios a conocer a detalle cada propiedad, desde la comodidad de su hogar. Hoy podemos explorar propiedades minuciosamente desde casa a través de recorridos virtuales, lo que simula la experiencia presencial.