Prepara el departamento
Un paso importante antes de ofertar tu departamento, es prepararlo de manera adecuada para ser atractivo para el arrendatario. Empieza pintando las paredes ya que será lo primero que vean cuando lo visiten. A pesar de que hayas cuidado muy bien de tu inmueble siempre quedan marcas de muebles o por el mismo uso constante; que podrían desaparecer con un par de manos de pintura. También, asegúrate de verificar que no haya ninguna fuga de agua o gas, no querrás tener un problema mayor a futuro. Por último, decide si deseas rentar amueblado o vacío. De ser la primera opción, compra todo el mobiliario con tiempo para que resulte mucho más encantador para los futuros inquilinos.
Establece el precio
Una vez preparado el departamento, es momento de poner el precio de alquiler. Para ello, existen varios factores a considerar. Primero, debes saber que la ubicación del edificio influirá directamente. También, ten en cuenta si el proyecto tiene áreas sociales y si el departamento tiene vista exterior o interior. Para darte una idea general de los precios, date el tiempo para preguntar en departamentos similares al tuyo y en el mismo distrito. Finalmente, ponte un precio mínimo y máximo en el que te manejarás.
Redacta un contrato adecuado
En este punto, te recomendamos recurrir a un profesional que esté familiarizado con la realización de contratos de arrendamiento. En cual quede muy claro las obligaciones de cada una de las partes, mediante cláusulas. Incluye las condiciones de pago, las fechas de vencimiento, procesos de mudanza, número de persona que vivirán en el inmueble y también si aceptarás mascotas. Todo debería estar especificado en el contrato y posteriormente legalizado en una notaría.
Recuerda darle el tiempo necesario a la búsqueda y evaluación del inquilino de tu departamento. Ya que solo así, podrás evitar problemas a largo plazo o hasta un gasto de más.
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