Flujo constante de ingresos:

Muchas veces la decisión de invertir en un inmueble se debe a que a futuro se piensa ponerlo en alquiler. Esto les permite a los inversores recibir dinero mensualmente, además de poder cubrir otros gastos como la hipoteca, impuestos o mantenimiento.

Rentabilidad a largo plazo:

Las inversiones en el sector inmobiliario suelen ser consideradas atractivas y seguras, a diferencia de otras alternativas en el mercado de valores. Esta percepción se fundamenta en su crecimiento sostenido a largo plazo, que posibilita un constante aumento en el patrimonio de los inversores y una menor exposición a la volatilidad a corto plazo.

Protección contra la inflación

Además del mencionado aumento de valor con el tiempo que experimentan las propiedades, estas también brindan protección a la inversión en caso de inflación. Por ejemplo, el valor de compra de un inmueble, así como la renta mensual del mismo, pueden ajustarse, si es necesario, periódicamente para mantener el ritmo de la inflación y evitar pérdidas de dinero.

Flexibilidad de inversión

El mercado inmobiliario ofrece una variada selección de propiedades, como departamentos, viviendas unifamiliares y locales comerciales, entre otros. Esta diversidad de opciones brinda a los inversores la oportunidad de  diversificar de manera efectiva su cartera de inversiones.

Opciones de retiro

La inversión en el mercado inmobiliario permite a las personas jubiladas recibir ingresos adicionales cuando deciden que es tiempo de dejar de trabajar. Incluso, al llegar a esa edad, muchos inversores optan por vender sus propiedades para recibir una considerable suma de dinero que les permita disfrutar de su jubilación con total tranquilidad.